Un hombre de 39 años, quien sufrió unas cortaduras de su parte intima con un arma blanca por parte de su esposa en Atibaia, interior de São Paulo de Brasil.
Se ha declarado que perdona el ataque de furia y que intentará colocarse una prótesis.
El crimen ocurrió la semana pasada, y la mujer, de 34 años, fue detenida preventivamente después de entregarse a las autoridades.
En una entrevista, el hombre afirmó que su esposa es muy celosa y que fue atraído a casa el viernes pasado con la promesa de una noche de amor.
“Fue todo muy rápido. La luz estaba apagada. Ella acarició y luego lo cortó. Sentí que mi ingle se calentaba”, relató.
El hombre dijo que apartó a su esposa, quien encendió la luz. “Había mucho líquido rojo y yo preguntaba: ‘¿Por qué hiciste esto?'”.
En la entrevista, el hombre dijo que intentó usar el automóvil para buscar ayuda, pero su esposa había escondido la llave del vehículo.
Envuelto en una sábana y sangrando mucho, caminó hasta un centro de atención de emergencia del vecindario. Mientras tanto, la mujer arrojó el miembro de su esposo al inodoro y luego tiró de la cadena.
A la policía, explicó que lo hizo para evitar que el órgano pudiera ser reimplantado. También afirmó que cometió el crimen por celos, al sospechar de la infidelidad de su esposo con una sobrina de 15 años.
El esposo recibió atención médica y se está recuperando en casa. Por otro lado, su esposa se entregó voluntariamente a la Policía Civil y permanece detenida.
En la entrevista, el hombre expresó su deseo de volver a trabajar y de ponerse una prótesis. Sobre la agresión de su esposa, la calificó como “una tragedia”. “Ella está pagando por esto”, dijo.
Aunque afirmó que su esposa “marcó su vida negativamente para siempre”, el hombre declaró que, por su parte, “ella está perdonada”. “La verdad es que quien tiene que perdonar es Dios”, concluyó.
