
Para llevar a cabo este sencillo rito, tan solo necesitarás sal marina o sal gruesa. Coloca un pequeño recipiente con sal debajo de tu cama, preferiblemente en el centro, y déjala allí durante una noche completa.
Beneficios que se atribuyen a esta práctica
Algunas personas que han adoptado este hábito aseguran haber experimentado mejoras en su calidad de sueño y una atmósfera más relajada en su entorno doméstico. Poner sal debajo de la cama puede ayudar a equilibrar las energías y a eliminar la negatividad acumulada.
Conclusión
Aunque no existen pruebas científicas que respalden estos efectos, la práctica de poner sal debajo de la cama puede ser vista como un ritual simbólico que, si nada más, puede aportar un sentimiento de bienestar y tranquilidad.