¿Plantas podridas y amarillentas? Gracias a este método en poco tiempo volverán a estar bellas y exuberantes.Las plantas amarillentas o podridas no son más que la consecuencia de un descuido, un riego exagerado o una colocación inadecuada de la maceta para ese tipo de plantas. A todo esto se suma una posible enfermedad, con insectos que se alimentan de la savia de la planta hasta que muere. Los expertos enseñan formas de ayudarlos e ingredientes completamente naturales que contrarrestan todo tipo de fenómenos : en este caso la sustancia contrarresta el ataque de insectos y restaura plantas con raíces podridas y hojas amarillas.
Plantas amarillentas y podridas, ¿cuáles son los ingredientes para salvarlas?
Si las plantas tienen hojas amarillas y raíces podridas , hay algunos ingredientes que pueden usarse para salvarlas y hacerlas aún más hermosas que antes. En la mayoría de los casos, la planta necesita nutrirse de la mejor manera posible con elementos ricos en sales minerales y vitaminas.
Una sustancia líquida ideal para las plantas y su requerimiento diario está compuesta por:
- Azúcar de caña – 3 cucharadas
- Agua tibia – 1 litro
- Canela en polvo – 3 cucharadas
- Pimienta negra en polvo – 1 cucharada
Cómo aplicar la sustancia para plantas: consejos de viveristas.
La preparación tiene como ingredientes principales pimienta negra en polvo, canela en polvo y azúcar moreno.
- Tome un litro de agua tibia y agregue el azúcar de caña, revolviendo hasta que se disuelva;
- Ahora vierte la canela en polvo y mezcla bien hasta que se haya disuelto.
- Lo mismo ocurre con la pimienta negra en polvo para mezclar y derretir.
Todos elementos que nutren la tierra , la hidratan y contrarrestan el ataque de los parásitos. Una vez obtenido el compuesto líquido, verterlo en un vaso en cantidades adecuadas al tipo de problema y tamaño de la planta.
La mezcla de ingredientes anterior es óptima para cada tipo de planta , ninguna excluida, en las cantidades indicadas y con los modos de uso que nunca deben exceder una aplicación por mes.
