
La diabetes es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina, hormona encargada de regular el azúcar en la sangre, o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce.
Es válido aclarar que el laurel no debe ser reemplazado por ningún tratamiento médico convencional. Además, si bien el consumo de laurel para el control de la diabetes es un tratamiento natural, se recomienda consultar con un médico sobre su conveniencia previo a su consumo. Hay algunos compuestos de las plantas que pueden causar interacciones con los medicamentos que esté tomando la persona “e incluso con los alimentos que se consumen regularmente, causando así reacciones adversas varias”, explica el medio español.

De contar con el aval del médico de cabecera para el consumo de laurel, la preparación de la infusión es muy sencilla y puede ser incluida en la dieta como complemento para regular la glucosa. Cuatro tazas de agua (1 litro) y una cucharada de hojas frescas de laurel (15 g) son los únicos ingredientes que se necesitan para esta preparación. Se comienza hirviendo el litro de agua y cuando este alcance su punto de ebullición, se agregan las hojas de laurel para dejar que se cocinen durante tres o cinco minutos. Surtido ese proceso, se deja reposar la infusión, se cuela y se consume. Se recomienda no beber más de dos tazas de esta bebida al día.
Tomar laurel con moderación
MejorConSalud hace énfasis en que el consumo de laurel debe ser con moderación, en exceso puede acarrear algunos efectos secundarios. De acuerdo con una publicación en Contact Dermatitis, en algunas personas, la planta puede causar dermatitis, asma o alergias. Incluso, puede provocar náuseas e irritación de las paredes del estómago.