Una de las mejores partes del día, para muchos de nosotros, llega cuando termina y necesitas relajarte entre las sábanas. Después de largas jornadas de trabajo, irse a la cama es uno de los placeres invaluables de la vida. Sin embargo, puede ocurrir que las sábanas queden rugosas , sobre todo si son nuevas.
Para tener un descanso digno de ese nombre es importante contar con una cama cómoda y sábanas suaves que nos puedan acomodar sin generar una sensación desagradable al tacto.
Las sábanas nuevas o mal lavadas se vuelven ásperas , especialmente las de algodón. Esto se debe a los químicos utilizados en los tratamientos y lavados a los que se someten las sábanas, que quedan atrapados entre las fibras.
Por suerte, existen algunos trucos sencillos que pueden hacer que nuestras sábanas vuelvan a estar súper suaves .
Lavar con ciclo normal
Este tipo de lavado es el más adecuado para lavar sábanas. El agua tibia ayudará a aliviar la molesta rigidez de las hojas.
Bicarbonato de sodio
Pon 150 gramos de bicarbonato de sodio en lugar del detergente que usas habitualmente. El bicarbonato de sodio ayuda a suavizar las sábanas. Recuerda nunca usar detergente y bicarbonato de sodio juntos, incluso puede empeorar los resultados.
Vinagre
Vierta 250 ml de vinagre al inicio del ciclo de enjuague (o en lugar de suavizante en el cesto especial). El vinagre es un fantástico suavizante de telas natural que, por cierto, también aporta un fantástico aroma a las sábanas.
Bicarbonato de sodio y vinagre
Si los dos últimos consejos ayudan a suavizar las hojas, combinándolos se obtiene un remedio aún más eficaz.
Venta
Llena un balde bastante grande con agua fría, vierte un puñado de sal y sumerge las hojas en él. Déjalas en remojo toda la noche, lávalas como de costumbre al día siguiente.
