Este mineral que se encuentra en tu alacena tiene múltiples aplicaciones caseras en nuestras rutinas de belleza. Te decimos cómo usarlo sobre uñas.
El bicarbonato de sodio que se encuentra en tu alacena podría ser un aliado para tener uñas bonitas. Sí, ese polvo blanco que usualmente utilizamos en la cocina como levadura para los postres o como un remedio contra la acidez estomacal, es desde hace un tiempo un agente que forma parte de diferentes rutinas de belleza.
El bicarbonato de sodio en remedios caseros se utiliza para una amplia variedad de finalidades. Tener una piel libre de imperfecciones es una de las búsquedas más populares que recurre a esta propuesta, con la posibilidad de crear una pasta que sirva como limpiador, mascarilla o exfoliante. Pero resulta que también puede ayudar a blanquear los dientes, nivelar el pH capilar y hasta suavizar las cutículas.

Este polvo blanco es un sólido cristalino que se encuentra en la naturaleza como mineral. Tiene propiedades antiinflamatorias, antisépticas y alcalinizadoras, motivo por el cual es posible su uso en diferentes remedios que podemos hacer desde casa. A falta de estudios más profundos sobre sus efectos, algunos expertos no aconsejan ampliamente su uso, sin embargo, esto tiene que ver su forma de uso, cantidad y frecuencia.
¿Cuáles son los beneficios del bicarbonato de sodio para las uñas?
Incorporar bicarbonato de sodio durante tus manicuras y pedicuras podría ser uno de los mejores remedios para tener unas uñas perfectas, tanto para que la superficie de estas sea lisa y uniforme, así como para ayudarte a que la piel que las rodea se mantenga en las mejores condiciones. De acuerdo con la publicación ‘Libro de texto sobre Dermatología Cosmética’ de Robert Baran y Howard I. Maibach, este polvo usado con agua es un excelente neutralizador.
Como limpiador, exfoliante y blanqueador el bicarbonato de sodio tiene grandes beneficios para las uñas. En caso de tener una infección común en esta zona de los pies, el portal especializado Medical News Today, revisado por doctores, sugiere su uso para tratar los hongos que pueden aparecer en esta zona si no es un problema grave, un padecimiento frecuente principalmente causado por la humedad.

Por sus propiedades antifúngicas, este mineral no permite la reproducción de hongos; sus cualidades alcalinas tienen mucho que ver en esto, ya que crea un ambiente ácido que lo dificulta que estas crezcan, además de ayudar a equilibrar el pH de la piel circundante. También será beneficioso si con el paso de los años tus uñas han tomado una tonalidad amarilla y buscas blanquearlas.
Como exfoliante de cutículas
La dermatóloga y especialista en uñas basada en Nueva York, Dana Stern, recomiendan empujar las cutículas hacia arriba en vez de cortarlas con la finalidad de que estas no se vuelvan más gruesas o difíciles de remover. Crea una pasta uniforme mezclando de una a dos cucharaditas de bicarbonato de sodio con agua y aplica sobre esta zona dejando que haga su efecto durante unos diez minutos. Si lo repites de manera constante notarás cómo remover cutículas te será mucho más sencillo.
Como blanqueador
Si tienes pequeñas manchas sobre la superficie de tus uñas o estas suelen tornarse ligeramente amarillentas después de ser sometidas a un gel permanente o cualquier otro tratamiento, prueba a hacer la misma mezcla para exfoliar y después de aplicarla da un suave masaje con movimientos circulares en cada una de ellas. Enjuaga con abundante agua tibia.
