
A pesar de tener un problema médico grave a largo plazo, la experimentada actriz Kathy Bates, conocida por sus importantes papeles, se mantiene fuerte. Ella resalta el prejuicio en el negocio contra las apariencias cuando recuerda su carrera como actriz y dice: “Nunca fui lo suficientemente bonita”. Pero en 1980, su carrera en Broadway despegó y, a la edad de 42 años, ganó un Premio de la Academia por su papel en “Misery”.
Bates dirigió episodios de varias series de televisión a pesar de las limitaciones impuestas por Hollywood. Luchó contra el cáncer dos veces en su vida personal, en 2003 y 2012. Reveló su diagnóstico de linfedema después de someterse a una cirugía de cáncer de mama y comenzó a trabajar como portavoz de Lymphatic Education & Research Network.
Bates usa mangas de compresión para tratar su linfedema, lo que resalta la importancia de tomarse su tiempo y concentrarse en cada actividad. Promueve una mayor concienciación e investigación y exhorta a otros a no dejar que su enfermedad los defina.
Kathy Bates ejemplifica la perseverancia y la tenacidad al negarse a permitir que su enfermedad la limite en su vida o profesión. Ella anima a las personas a afrontar con valentía sus propias dificultades.