Horas antes de que su valiente hija falleciera a causa del cáncer, los padres compartieron una devastadora imagen de despedida de ellos consolándola.

Al igual que otras niñas de su edad, Zoey Catherine Daggett disfrutaba jugando cuando era niña.

Sin embargo, Zoey falleció trágicamente hace dos años luego de dos años de lucha contra el cáncer.

Después de publicar fotos de los últimos momentos de su querida hija en Facebook, sus padres, que están de luto por su hermosa hija, recibieron apoyo de todo el mundo.

Cuando a Zoey le dieron la noticia del cáncer, tenía solo tres años.

Antes de que la enfermedad se apoderara de ella, estaba llena de vida y en constante movimiento, como los demás niños. Ella creció en un hogar amoroso. Era cariñosa, divertida y alegre.

Pero en julio de 2016, las cosas cambiaron repentinamente. Mientras jugaba en el parque, la pequeña niña de Fairport, Nueva York, se lastimó. Sus padres, Caseby y Ben, la llevaron al médico porque su hija cojeaba. En el peor de los casos, preveían una fractura de tobillo, pero la radiografía no reveló nada.

Perdió el control de ambas manos unas semanas después, según CBS8.

Cuando vinieron, escucharon algo que permanecerá con ellos para siempre y dejará un mensaje que nunca olvidarán. El médico les informó que DIPG, un tumor cerebral grave y poco común, estaba presente en su querida hija pequeña, que estaba tan llena de vida y amor.

Lamentablemente, el DIPG todavía tiene una tasa de supervivencia muy baja. Actualmente no existe ningún tratamiento para este tumor. Por lo general, a los niños se les da de 6 a 18 meses de vida después de un diagnóstico.

Su madre tomó valientemente la decisión de publicar el último momento de la familia en Facebook.

“Aunque es un momento difícil, en nuestra opinión es un momento hermoso”, afirmó Casey.

Se ve a los padres sosteniendo a su querida hija en brazos. Tomaron al perro de la familia y se sentaron en el sofá.

Habían cantado canciones de Disney todo el día. En la televisión se mostró una película de Harry Potter. Y en medio de la calma y la paz, Zoey desapareció sin dejar rastro. Aproximadamente a la mitad de la película, el corazón de Zoey dejó de latir.

El cáncer es absolutamente lo peor que puedo imaginar. Especialmente cuando se trata de niños.

La lección de la historia de Zoey es vivir cada día como si fuera el último, amar sin pensar en el futuro.

La paz sea contigo, querida Zoey.

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