Natalia París aseguró que “la iluminación espiritual” que muchos buscan llega en los peores momentos de la vida

Para la modelo y DJ, la experiencia de lo divino no llega haciendo yoga o meditando, sino en otra clase de situaciones

Aunque Natalia París ha sabido ganarse el respeto de miles de usuarios en redes sociales por sus facetas como DJ, modelo y empresaria, a menudo causa controversia con algunas posiciones sobre distintos temas. Comentarios como cuando señaló que el consumo de pollo hace que los niños se vuelvan gays, o cuando recomendó consumir dióxido de cloro para combatir los síntomas del covid-19 (lo que le valió problemas con la Superintendencia de Industria y Comercio) están entre los más recordados por los colombianos.

Por otra parte, la antioqueña se ha caracterizado por ser una persona fascinada con aspectos del esoterismo, como las energías o la importancia de lo espiritual en el ser humano. Es por eso que en su cuenta de Instagram llamó la atención con una publicación relacionada con la búsqueda de la iluminación espiritual. En la tradición oriental, esta se consigue con actividades como el yoga o la meditación, que se han popularizado en el mundo occidental desde mediados del siglo XX.

Sin embargo, Natalia sorprendió al considerar que esa iluminación espiritual tan anhelada suele llegar, de hecho, en los peores momentos de la existencia:

“La iluminación no ocurre cuando estás haciendo yoga, o meditando. Sucede en medio del conflicto, cuando sientes miedo, frustración, rabia. y de pronto, te das cuenta que estás haciendo lo mismo y viejo de siempre. Entonces, decides conscientemente hacerlo de otra manera … 🙏🏽 Namasté 🍀 🧚‍♂️ 🧚 🧚 🧚 🌿 🌳 🍃”

En los comentarios, varios usuarios manifestaron estar de acuerdo con su punto de vista. Uno de ellos le respondió “Es verdad, no puedes esperar diferentes resultados si haces lo mismo siempre”. Y por supuesto, no desaprovecharon la oportunidad de elogiar su belleza, concretamente en la fotografía que acompaña la publicación en la que aparece rodeada de naturaleza mientras porta una túnica que apenas cubre su torso desnudo, mientras realiza una pose de meditación.

Natalia París contó que con autocuración logró eliminar un tumor que le fue detectado

Semanas atrás, la antioqueña sorprendió al compartir una peculiar anécdota con sus 1,7 millones de seguidores en redes sociales. En ella explicó que dos años atrás le detectaron un tumor en la columna cerebral, y que para superarlo no recibió medicina tradicional, sino que superó la dolencia a través de la autocuración. Cuando fue a consulta con su médico, este le confirmó que se encontraba sana:

“Yo me curé de un tumor que tenía en la columna vertebral. Te lo voy a demostrar con el video (…) del médico cuando comparó las radiografías— un tac que te hacen y te meten en un tubo muy certero— de antes, cuando me apareció el tumor, y de ahora, dos años después que, mágicamente, el tumor se desapareció”

Según explicó, lo primero que hizo fue no contarle a nadie “porque hay un efecto en el universo, que lo que tú le pones la atención y lo compartes con los demás se expande”, asegurando que eso le permite reemplazar la búsqueda de apoyo en los seres cercanos cuando se presentan esas situaciones. Natalia señaló que eso no es lo mejor, argumentando que “lo que están pensando los demás influye en tu energía y en tu universo”.

Acto seguido explicó que comenzó a realizar meditación de manera más frecuente. “Me dediqué a meditar y a imaginarme en mis pensamientos el momento en el que pasaban dos años, visitaba al médico y me decía: ‘Natalia, esto es un milagro, ya no tienes nada’. Ese mismo pensamiento lo repetía una y otra vez”, añadió.

Además de proyectar la solución en su mente como punto de partida para la sanación, Natalia explicó que su cambio de hábitos alimenticios fue clave:

“Yo siempre había tenido una muy buena alimentación, pero ahora, siendo consciente de ese tumor que tenía atrás, cambié mi alimentación por completo. Antes negociaba y los fines de semana me comía un helado o una comida chatarra. Durante todos estos días no me comí ni un dulce. El dulce es el precursor de la creación de más tumores y células cancerígenas”.

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