En un mundo cada vez más inclinado hacia lo artesanal y lo hecho en casa, la elaboración de queso fresco se ha convertido en una pasión para muchos amantes de la gastronomía. No solo ofrece una experiencia culinaria única, sino que también nos permite conectar con tradiciones antiguas de la elaboración de alimentos.
Mientras que hay innumerables métodos y recetas para hacer queso, uno particularmente interesante involucra el uso de tres ingredientes simples: yogurt, leche y limón. Estos componentes, fácilmente disponibles en cualquier cocina, tienen el poder de transformarse en un delicioso y suave queso fresco que encantará a todos en casa. En este artículo, exploraremos el proceso paso a paso, las variaciones posibles y las maravillosas formas en que este queso puede enriquecer tus platillos. ¡Sumérgete en este viaje culinario y descubre la magia de hacer tu propio queso fresco!
Ingredientes:
- 1 litro de leche entera (preferiblemente no ultrapasteurizada)
- 2 tazas de yogurt natural (sin azúcar y sin saborizantes)
- Jugo de 1-2 limones (aproximadamente 1/4 de taza)
Instrucciones:
- Mezclar leche y yogurt: En una cacerola grande, combina la leche y el yogurt. Remueve bien para asegurarte de que estén bien mezclados.
- Calentando la mezcla: Calienta la mezcla a fuego medio, removiendo constantemente para evitar que se queme en el fondo. Calienta hasta que esté casi hirviendo, aproximadamente a 85°C (185°F).
- Añadir el limón: Una vez que la mezcla esté caliente, retira del fuego y agrega lentamente el jugo de limón mientras remueves suavemente. La leche comenzará a cortarse, separándose en cuajada (los sólidos) y suero (el líquido).
- Dejar reposar: Cubre la cacerola y deja reposar durante 4-6 horas a temperatura ambiente. Durante este tiempo, la acidificación continuará y el queso se cuajará más.
- Colado: Coloca un paño de muselina o tela de quesero sobre un colador y colócalo sobre un recipiente grande. Vierte con cuidado la mezcla en el paño, permitiendo que el suero se drene en el recipiente de abajo.
- Escurriendo el queso: Ata las esquinas del paño en la parte superior, creando una especie de bolsa, y cuelga sobre el fregadero o sobre el recipiente para permitir que el suero restante se escurra. Deja que se escurra durante 4-8 horas, dependiendo de la consistencia deseada. Cuanto más tiempo lo dejes, más firme será el queso.
- Sal y almacenamiento: Después de escurrir, transfiere el queso a un recipiente y, si lo deseas, agrega sal al gusto. Mezcla bien y guarda en el refrigerador. Consumir en el transcurso de una semana.
Este queso será similar al queso fresco o queso panela. Es ideal para ensaladas, sobre tostadas o simplemente para disfrutar solo. ¡Disfruta de tu queso casero!
